sábado, junio 24, 2006

la lenta marcha del vodka solitario

Hace unas semanas atrás, en una fría noche de invierno (quizás no la más fría), pensaba en las cosas que he hecho y en las cosas que he dejado de hacer. La verdad, esta idea no tiene más propósito que matar la noche y buscar un pretexto para irme a dormir (en ese momento estaba solo, y como algunos saben, la soledad no es "sana" compañera). Pero, a la luz de una lámpara y de un vaso de vodka, al calor de una estufa y al son de los Radiohead, me propuse tomar algunas de ellas, y porder, por una vez en esta vida, darle la importancia que tienen, tendrían o, simplemente, no tienen.



Recuerdo Nº 1: No por ser la primera debe tomarse como la más importante, pero sí la más valiente. Recuerdo alguna vez, en una de las tantas salidas poéticas, a uno de mis compañeros de calles y bares. Este personaje, Don Joaquín, tan valeroso y gallardo como el cid (pero claramente su campo de batalla es otro), regalaba poemas a toda cantinera que llegaba cerca de nosotros. Algunas de ellas sonreían, otras daban las gracias en tono cansado, otras en un tono más bien molesto.
Recuerdo Nº 2: ¿quién no habrá despertado sin saber donde está y sin saber cómo llegastes a ahí?, y lo que es peor es preguntarse... ¿Quién es ella? (podría preguntar quién es él, pero para evitar cualquier confusión he preferido hacer notar lo masculino). Después de soportar abrir los ojos y habiendo equilibrado la "realidad" con la patita fuera de la cama, después de haber asumido la o las lagunas mentales, incluso después de que crees que estás en casa amiga, llega el peso de la realidad, y quizás un nunca, nunca más.
Recuerdo Nº 3: Hay viejos y amigos eternos que sufren del síndrome "transformers". ´No puedo dejar de mensionar a quien me parece que la lleva en esto: Juanito M. De ser un retraido, mamón lee comic, insignificante e " intransigente" gusanillo, Juanito, desde ahora transformado en el Killer, asunía su verdadero rol: Calentón, revelde, poeta, rockero desusado, comilón, alma de la fiesta, etc... cómo no recordar la frase del transformación de Juanito a el Killer: ¡Me queo!
Recuerdo Nº 4: Ricardo siempre prastaba su pieza y a veces su casa. Ahí, si se comenzaba o si se terminaba, daba igual, siempre estábamos ahí. Varias veces soportando su chacalidad musical que ocultaba un romántico ser que se emocionaba con "bed of roses" de Bon Jovi!!!!.
Recuerdo Nº 5: El chicha revolcado en manchas de tinto cuando Rangers subió a primera. El Piedra y su chicharra, sus naipers y sus lucazos. El Angel, la bestia, el aperrao, fiel camarada de las giras a la playa y al único que le funcionaba el fumar y el estudiar. La paty, nos hacía bailar y alegrar hasta dejarnos tirados en la pista, quien gozaba y vivía en un carnabal. El Pedrote, el demonio en persona, aunque creo que yo en alguna época lo fui para él. Bastaba mirarse y saber que íriamos por "algo".

Bueno, en esta ocación, he querido hacer un homenaje a mis recuerdos, aquellos que no siempre terminaron bien, pero que formaron parte mi generación universitaria. Todos estos nombre y sujetos son mis Referentes de que para vivir, el que se arrepiente se salva... y creanme, aún no me arrepiento... salud!

2 Comments:

At 8:30 p. m., Anonymous Anónimo said...

Ja:
- Comentarios que mas de alguna vez añoro (Me Queooooooo), ahora que soy docente me rio de eso pero tambien lo lloro porque me gustaria volver a recordar en un buen ron con coca cola, ahora que estoy "asumido en el matrimonio" solo pasa a ser una anecdota interesante para mi esposa o para algun alumno que queria conocer las correrias del "tio" (aun no creen que existe el Piedra), son como amigos que uno puede tener toda la vida, si te los encuentras.
-Agradezco todos los recuerdos que se vienen a mi mente. pero sabes, debemos juntarnos porque quiero decir esa gran frase patof salud .....(Perdon: Me QEOOOOOOOOOOOOOOOOOO)

 
At 8:48 p. m., Anonymous Anónimo said...

Bed of Roses es un tema que recuerda la memoria de un viejo amigo que perdí en la época de Colegio. Ahora, sí me asumo sentimentaloide, y como tal, todo recuerdo me parece un ejercicio necesario, y a veces fraudulento. Me gustó sí, el hecho de saber que, no soy el único que invoca la memoria como un cuadro surrealista, los detalles son los bellos, y las formas simples, dejan de lado toda posible trascendencia. Creo en el altar de sábanas, allí habremos de trascender (un recuerdo más, solo uno).

Sigue así!!!!!!

P.D.: La pieza es la misma, la cama habla por sí sola...

 

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