jueves, octubre 19, 2006

30 años no son nada... (2ª parte, undercover)

En varias ocaciones he pensado que las secuelas son terribles, espero entonces no defraudar con esta segunda parte.
A diferencia del anterior, aquí indagaré sobre los hechos terribles, sucios y por ende más sabrosos de mi vida. Hablaré de aquellas cosas ocultas, de mi cuerpo, en fin, solo les pido tener escrúpulos.

Mi anular y el mono feroz.
Era el fin del verano, volvía a clases después de pasar unas largas vacaciones en la costa. Faltaban algunos minutos para que el bus saliera rumbo a Talca, y esos minutos se extendieron cuando escuché la promoción de un circo... Al acercarme a la unica camioneta que lo promocionaba, pude ver una jaula con unos monitos. Preocupado y curioso, me acerca a la jaula mientras veía a mi abuela a lo lejos. En esas miradas constante hacia ella, descubrí que uno de esos monicacos había sacado su cabeza y !!!!estaba atragantado con mi dedo anular!!!! No lloré, lo juro... pero aún puteo al mono cul@. Lo hago proque aún me cuestiono si sería tal como soy ahora si ese mono de circo pobre, no me hubiera mordido. ¿Habría sido el trancado que fuí en mi adolescencia? ¿El hecho que tenga pelos hasta en aquellas zonas menos gratas de mostrar, será un efecto colateral? Lo reconozco... este mono me cagó.

Mi primera vez.
Primeras veces hay muchas, algunas de mis primeras veces fueron culposas e inocentes, otras no sabía distinguir entre si lo que quería era ir a hacer "pipí" (jejeje) o era la reacción que confirmaba que la fricción y el roce gasta los cuerpos en moviemientos. Otras primeras veces, no me acuerdo. Hubieron primeras veces en las que sentí miedo por no saber frenar al ver que mi mamá me había soltado y pedaleaba sin rueditas. La primera vez que conocí una "zapatilla" de carabineros, no fue por un acto heroico, pero igualmente levante mi mano y mi brazo izquierdo al bajarme. Casi olvido la primera ve que comprobé que al comer mariscos en excesos el espíritu crece y se reconforta, tanto que no puedes quedarte dormido. En fin, hay primeras veces que aún no son primeras veces.

Sexo, drogas y rock n´roll
Pink Floyd... shine on your crazy diamont... t'oma...cofff coff...cof
Risas, y el viento traspasa los álamos... una vez, dos veces y otras tantas más.
Una mujer, una mujer atrás, una mujer atrás de un vidrio empañado... pero no!, mejor no hablar de ciertas cosas.

miércoles, octubre 18, 2006

30 años no son nada... (primera parte)

Siempre es difícil hablar de sí mismo. Siempre es tentador ocultar o en su defecto, mostrar sólo aquello que deseo que se vea, incluso, si lo que se muestra está un poco distante de la verdad.
Pero, independiente de lo anterior, trataré de atenerme a los hechos tal como han sucedido, contar lo que más se pueda, mostrar aquello que no siempre he mostrado, indagar en aquello que se ha dejado a un lado porque no merece ser indagado, en fin este post es sobre mí.

el 19 de octubre de 1976

Según cuenta la historia, en mi nacimiento, no hubo ningún movimiento telúrico, tampoco fuí el producto de una convinación cósmica, ni muchos menos ningún velo se rompió. Esa mañana de octubre, en el hospital de Talca (cuando aún no cambiaban a la guaguas... eso creo o me han heho creer), mi mamá, alias la Patty, paría a este sujeto que más tarde habría de retornar junto a ella a la casa matriarcal, después de un exilio valórico. Allí estaba mi abuela, mi tata y el beño, mi tío.
Desde ahí, nunca más salí de esa casa. Era mi trinchera, mi carcel, mi refugio, mi hogar. Allí viví junto a los huertos, los árboles, la zarzamora, las vendimias, las cosechas, los animales, los amigos y las peleas, las pichangas y los sueños de ser un futbolista (sólo fue eso, un sueño), también la muerte y la libertad de salir hacia donde estuvieramos vueltos.

san javier 1982-1994
Así como nunca más salí de la casa matriarcal, tampoco lo hice de colegio. Estuve todo mi proceso escolar en Los Sagrados Corazones. Otra burbuja. Pero, sin embargo, y pese a lo distinto que hoy día veo mi etapa escolar, creo que no me puedo quejar, principalmente porque allí, dentro de todo el ritualismo de un colegio católico, igual pasaron mis primeras "herejías", y lo que es mejor, descubrir que no pasaba nada. Por aquí pasaron la pornografía, los cuarteos, los primeros "juegos" y los primeros contacto femeninos. Además, del respeto por el otro y encontrar a buenos amigos. De esa época destaco al Cristian, al zeta, al cazuela, a la concha, a la chivi, al pat'e pollo, el Gustavo, Érica, la loreto, y varios otros.

Talca 1995 al 2002
Si en el colegio el contacto con el placer era una desafío, en la universidad, fue una tortura. Nunca había conocido tanto caliente junto, y lo que es peor, una gran parte de ellos, en lo que me incluyo, sin suerte con las minas. Es más, si alguno de mis compañeros, se sentía atraido, no faltaba el comentario o la acción inoportuna que lo funaba. Así, si bien, nadie le hacía asco a las minas, la carencia de ellas, hacía desearlas más. Desde Aristóteles, pasando por Kant, llegando a Wittgenstein, no faltaba el aporte tortuoso de alguna mina rica. Es más, cuantos de nosotros nos ofrecíamos para hacer el trabajo final de filosofía de las ciencias, a módicas lucas, a las siempre ricas minas de Kine. Menos mal, que algunas se compadecían de esta alma en desgracia. Un recuerdo para la negra y la prima de la bestia, también para todas aquellas que eran objeto de mi joteo, las que soportaron mi constante embriagez y dación de jugo.
Pero, lo mejor de todo, más que las minas, fue encontrarme con el chupacabras, el chicha, el piedra, juanito meneses, el torombo (el de la barba púbica, vease en la foto), el Cerpa, el joaco, el Samuel, la Bárbara, la Carla, de alguna forma la Pamela, al Jorge, al Juan, al Julio Torres, al yoyi, a la Anita revolucionaria de la oración, al Nelson, al Ibarra, al leo y al cabezón Abarca (y a tantos otros huevones que no mensiono solo para no dar lata).
Atrás quedan los carretes en la playa, las garrafas, el ron silver y el mitjans (cuando había plata), también los lukazos, los naipers, las piscolas servidas por el Cerpa, los megasandwich, la sagrada selección de fútbol y la iracunda y apocalíptica barra-brava: La Ira de Yahveh.

santiago 2003 - 2006
Tras años de frustración sexual, la llegada a Santiago no solo marco mi separación con la casa matriarcal, la búsqueda de un trabajo digno, la independencia, sino que también, comenzó el desquite. Fue comprobar que soy un sujeto que respeta los derechos naturales de las personas, es decir, nunca hice diferencias de raza, religión, ni edad y tampoco físicas, siempre y cuando fueran mujeres. Era como esa imagen que señala que la mujer es una, pero con diferentes rostros.
En un momento de paz, apareció la silvi, quien ha estado desde fines del 2003 hasta ahora junto a mí. Sin duda he pasado grandes momentos con ella y también varios problemas. La historía de ella la puedes encontrar en el post "y todo por un beso".
Acá, junto con el trabajo, aparecieron los colegas, los alumnos, y el trabajo. También las deudas, los logros y fracasos laborales.
¿Cuál es la gracia de escribir todo esto? Sin duda, que aún quedan cosas sin contar.
Felices 30 Patof.